La cecina de vacuno participa como fórmula primitiva en los orígenes de la alimentación de la humanidad.

Es uno de los alimentos tradicionales más representativos de la provincia de León. La altitud media de la provincia está en torno a los 700 m. ofreciendo un clima extremo, de inviernos muy fríos y secos, y de veranos calurosos, con un largo periodo de heladas, condiciones perfectas para la elaboración de la cecina.

La Cecina de León es un producto cárnico elaborado a partir de las piezas musculares denominadas tapa, contra, babilla y cadera, procedentes de los cuartos traseros de ganado vacuno mayor.

CARACTERÍSTICAS GENERALES:
Aspecto típico exterior: la cecina tendrá un color tostado, pardo, ligeramente oscuro, propio del proceso de elaboración.

COLORACIÓN Y ASPECTO AL CORTE:
Al corte, la cecina tendrá tonalidades desde un color cereza a granate, acentuándose éste en los bordes al final del proceso madurativo y presentará un ligero veteado de grasa, que le proporciona su jugosidad característica.

SABOR Y AROMA:
carne de sabor característico, poco salado, de consistencia poco fibrosa. El efecto que resulta del ahumado aporta en el proceso de maduración un aroma característico, apoyando el conjunto de sabores.